sábado, 28 de febrero de 2009

El Barón Rampante


Nadie podía imaginar que Cosimo Piovasco, hijo del Barón de Rondò iba en serio cuando, tras negarse a comer un plato de caracoles, se encaramó a un árbol y anunció solemne: "No bajaré nunca". Consecuente hasta el final, el barón se pasará toda la vida entre las ramas y las copas de los árboles de la región de Ombrosa que, por entonces, a finales del siglo XVIII, conformaba un frondoso océano verde.


Cosimo participará de la vida que le rodea, adaptándose a su nueva condición arborícola: jugará con los ladronzuelos de la comarca, se enamorará de la marquesita Viola, aprenderá de campesinos, bandidos, herreros,... y, azuzado por su insaciable curiosidad y pasión por la lectura, se construirá su propio reino, lleno de caminos y refugios secretos.


Ya adulto, Cosimo podrá realizar su amor infantil con Viola, intervendrá en cuantos sucesos acaezcan en la región, incluso en las guerras napoleónicas, pero siempre guardando esa distancia necesaria que permite ver mejor las cosas.


Ítalo Calvino aborda en esta segunda entrega de la trilogía "Nuestros Antepasados" una inolvidable fábula sobre la fidelidad a los propios principios, la obstinación y también la importancia de ser auténtico, de ser uno mismo a pesar de las adversidades. Esta es la esencia del libro, pero también el saber comprender a los demás, ayudar y no dejarse llevar por las primeras impresiones. Un libro fascinante que sirve de reflexión ante la vida.
Ilustración de El barón rampante, por Germano Ovani